Desde pequeños escuchamos que eran capaces de conceder deseos. Ahora de grandes nos preguntamos ¿De donde vienen las estrellas fugaces?
Lemniscata dio con su paradero. Estos amigables brillitos nacen de cometas que giran cerca de la tierra.
Un cometa no es otra cosa que una roca esférica que gira alrededor del sol. Vienen desde lo más profundo del espacio (mas allá de plutón) a broncearse literalmente.
Los cometas tienen órbitas tan grandes que demoran cientos de años en recorrerla completa.
Sin embargo, los cometas parecen olvidarse que tienen rabo de paja. Cuando pasan cerca del sol, el hielo y demás elementos que componen el cometa se vuelven en gases y pequeños fragmentos.
Estos formaran la cola del cometa, que puede ser tan larga como el ancho de varios soles. Algo así como las filas en los supermercados cuando tienes prisa.
Son los pequeños fragmentos de la cola del cometa los que abandonados a su suerte buscarán, gracias a la gravedad de la tierra, un nuevo destino encontrando un fin peor.
La lluvia de estrellas más conocida es la lluvia de Perseidas que son restos de la cola del cometa Swift-Tuttle. Se pueden observar todos los años en agosto.
Nuestra atmósfera puede ser todo menos amigable con un cuerpo que pasa a una gran velocidad (70 veces superior que una bala), Por lo que nuestros pequeños fragmentos se disuelven como bicarbonato en el agua.
Pero no se irán sin pelear. Dado la resistencia que ofrece el aire, estos meteoritos dejan tras de sí una cola (como recordando a aquel cometa que los abandonó a un destino cruel). Ese es el destello de la estrella fugaz.
Así que no son estrellas moviéndose, si no meteoritos moribundos en la atmósfera a una altura cercana a los 10 montes Everest.
Visitan nuestro planeta una vez y para siempre...
Y nosotros tan insensibles pidiéndoles deseos. Por favor, seamos considerados con estas roquitas que se mueren.
Posted via Blogaway
viernes, 23 de octubre de 2015
¿Como se hace una estrella fugaz?
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