Nos sentimos eléctricos esta semana. Los rayos, relámpagos y truenos son fenómenos distintos que se hacen con la misma receta.
Para cocinar un rayo necesitaremos los siguientes ingredientes: Muchas pero muchas moléculas (cuando dos o mas átomos, las partículas más pequeñas de la materia, se juntan) de Oxígeno o en su mejor expresión O2.
Frotamos los O2 contra los otros O2 (Como cuando frotas un Icopor en una pared) y estos perderán y ganarán electrones, que son las partículas responsables de la electricidad. De allí, La preparación obtenida, se llamarán iones de oxígeno.
Agitamos los iones y los liberamos en un espacio amplio (el cielo, por ejemplo) y nos daremos cuenta que unos iones suben (los negativos) y otros se mantienen cerca de la tierra en superficies altas y puntiagudas. (Postes, árboles, casas). Estos son los positivos.
Ahora, si no escatimamos en ingredientes, entre los iones negativos y los positivos que hemos liberado el gas entre ellos pasará a convertirse en un plasma.
Este gas cargado de energía permitirá que los electrones extraviados en nuestra preparación bajen por él y se encuentren con los iones positivos que estarán de brazos abiertos para recibirlos. (A veces les hacen la bienvenida arriba de las casas)
El gas en este proceso puede arder a una gran temperatura, (5 veces más que la superficie del sol) produciendo obviamente mucha luz. Este es el relámpago.
Pero tal quemazón (como cuando quemas madera) viene con su sonido característico. El trueno.
Ahora, guarda tus guantes de Master Chef y disfruta como las nubes cocinaran todo para ti.
¿Te apetece un rayo, un relámpago o un trueno? Buen provecho.
lunes, 19 de octubre de 2015
¿Como se forman los rayos, los relámpagos y los truenos?
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